Beneficios del AOVE durante la gestación y la infancia

En nuestro blog nos hemos referido con frecuencia a las propiedades saludables del Aceite de Oliva Virgen Extra como producto estrella de la Dieta Mediterránea. Hoy nos centraremos en sus virtudes dentro de la alimentación infantil, desde el embarazo hasta la adolescencia.

El Aceite de Oliva Virgen Extra es un alimento delicioso y al tiempo protector de nuestra salud y cuyo consumo está recomendado por los especialistas, como parte esencial de nuestra dieta, en personas de cualquier edad, incluyendo por supuesto la infancia, no en balde dolencias como la arterioesclerosis, que si bien no se manifiesta hasta la edad adulta, tienen su origen ya en los primeros años de nuestra vida por lo que es esencial empezar a inculcar en los más pequeños hábitos saludables lo antes posible.

Beneficios del consumo de AOVE durante el embarazo y la lactancia

La dieta mediterránea, rica en Aceite de Oliva Virgen Extra, en el embarazo contribuye a mejorar la salud de los niños durante los primeros años de su vida según las conclusiones publicadas por la prestigiosa revista médica Journal of Clinical Medicine en base a los resultados del estudio del Hospital San Carlos de Madrid sobre la prevención de la diabetes gestacional.

Esta investigación apunta a un menor ingreso hospitalario durante los dos primeros años de vida de los niños cuyas madres incluyeron en su dieta AOVE en el transcurso del periodo de gestación.

Según señala el doctor Alfonso Calle, coordinador de los trabajos, este es el primer estudio controlado que analiza la influencia de una intervención nutricional en el embarazo sobre la salud de la descendencia ya que, hasta ahora, eran pocas las investigaciones que habían estudiado los efectos de la dieta mediterránea en el desarrollo de enfermedades metabólicas e inmunes en la descendencia y dolencias como bronquiolitis, asma, dermatitis atópica y alergias alimentarias.

Esto es debido, siempre según este estudio, a que durante el embarazo se producen cambios en el sistema inmunitario de la madre que afectan a la función intestinal normal y la composición de la microbiota. El Aceite de Oliva Virgen extra, rico en componentes fenólicos, se asocia con un mejor perfil antiinflamatorio e inmunomodulador.

El Estudio San Carlos de Prevención de la Diabetes Gestacional ya demostró anteriormente que una dieta saludable rica en AOVE reduce el riesgo de desarrollar diabetes gestacional en un 30% y mejora la salud de los recién nacidos.

Durante el embarazo el organismo de la futura madre precisa de un importante aporte de vitaminas lo que no es posible si no se sigue una dieta saludable que incluya el consumo de AOVE ya que aporta vitaminas vitales que ayudan al desarrollo y la formación del feto, beneficiando al tiempo la salud de la mujer. El consumo recomendado en adultos es de 4 a 5 cucharadas al día, todo ello siempre bajo supervisión médica.

Durante la lactancia el recién nacido deberá ser protegido de las amenazas que para su salud supone el nuevo entorno al que se enfrenta al abandonar el seno materno. Sin duda una forma natural de hacerlo es a través de la leche de la madre que deberá cuidar con esmero su propia dieta para que ello repercuta en el bienestar de su hijo lo que hace al Aceite de Oliva Virgen Extra tan recomendable dada su riqueza en en vitamina E, gran fuente de antioxidantes, que además ayuda a regular los niveles de colesterol en la madre y en el bebé.  También contiene vitaminas A, D y K fundamentales para el crecimiento y desarrollo intelectual de los pequeños.

El consumo de Aceite de Oliva Virgen Extra en la infancia

Como ya hemos visto los beneficios del AOVE para los niños comienza antes incluso de su nacimiento ya que la madre que lo consume favorece el desarrollo fetal y el aporte de vitamina E protege a los niños también del asma y de algunos tipos de alergia, siendo igualmente saludable durante toda la infancia favoreciendo el crecimiento y el desarrollo con un aporte imprescindible de energía, con ácidos grasos y de colesterol “bueno”, necesario para la formación de las membranas celulares y de tejidos del sistema nervioso.

No debemos olvidar que durante la infancia se desarrollan hábitos esenciales para el resto de nuestras vida, para nuestro sustento, proporcionándonos la energía necesaria para nuestro bienestar y la prevención de enfermedades. Bien podemos afirmar que los beneficios del Aceite de Oliva Virgen Extra en la infancia son tan notables, sino más, que en las siguientes etapas de nuestra vida, de hecho esta es la más importante para nuestro desarrollo físico e intelectual.

En cuanto a la conformación de la estructura ósea del niño el alto contenido oleico favorece la absorción del calcio ayudando a una correcta calcificación de los huesos así como a su el crecimiento.

En la digestión su baja acidez contribuye a que esta sea adecuada ayudando a mejorar el transito intestinal que hace que el niño tenga un buen descanso y más horas de sueño.

En cuanto a la cantidad diaria recomendable esta estará en función de la edad del niño pero en términos generales debería suponer aproximadamente un 30 por ciento de las calorías totales, aproximadamente, lo que sería el equivalente a 2 o 3 cucharadas soperas repartidas entre las distintas comidas del día.

Todos estos beneficios han sido confirmados por los mejores investigadores del mundo en la  llamada “Declaración de Jaén” aprobada en el “II Congreso Internacional sobre Aceite de Oliva y Salud”.

Esta declaración de Jaén destaca como el AOVE hay que consumirlo desde la infancia para la prevención de futuras enfermedades a la largo de la vida y que la dieta mediterránea es la más beneficiosa para la salud de cuantas existen en el mundo.

Por último reiterar que, pese todas las evidencias apuntadas, la alimentación correcta de los más pequeños ha de ser supervisada y controlada por los pediatras, que deberán en todo momento establecer la dieta más adecuada para ellos y las cantidades de macro y micronutrientes, entre ellos las grasas saludables, que deben consumir.

Autor: Rafael Flores