La fauna del olivar

Una entrada anterior de nuestro blog la dedicamos a la importantísima aportación del olivar a la biodiversidad de las áreas en las que se cultiva. En esta ocasión nos centraremos específicamente en la fauna que en ellos habita y en un futuro capítulo hablaremos de la flora igualmente abundantísima.

Tanto la fauna como la flora hacen que el olivar sea un cultivo estratégico para la conservación de la naturaleza española y europea ya que ocupa grandes extensiones, con más de 5 millones de hectáreas en Europa, de las cuales en España se encuentra prácticamente la mitad de esta superficie, cultivándose desde hace miles de años en estrecha relación con otras especies, tanto vegetales como animales, ya que al tratarse de un cultivo arbóreo es capaz de crear ambientes muy propicios para ser ocupados por la fauna.

También es de destacar que el olivo se encuentra principalmente en la cuenca mediterránea, el territorio con mayor biodiversidad de la Unión Europea, y dentro de ella España es el país con mayor biodiversidad. En definitiva el olivar es un ecosistema donde viven diferentes especies siendo, además, un seguro contra la desertificación.

En los olivares hay que distinguir las especies que viven en él de forma continuada de aquellas que los utilizan como zona de alimentación o de paso, en ambos casos alberga una notable diversidad faunística especialmente de aves así como de mamíferos, reptiles, anfibios e insectos.

Aves

En el estudio realizado por la Universidad de Jaén, y en el que han participado científicos de SEO Bird Life del Consejo Superior de Investigaciones Científicas se ha constatado la presencia en los olivares mediterráneos de 165 especies de aves, lo que representa más de la cuarta parte de todas las que existen en el territorio español, estando 26 de ellas bajo amenaza, dos de ellas en peligro de extinción, en concreto el alzacola rojizo y la avutarda común, y una, el milano real, en estado crítico.

Enumerarlas todas sería prácticamente imposible y precisaría de todo un tratado por los que nos ceñiremos a los más abundantes y por tanto de más fácil observación. Tanto las nidificantes como invernantes. Así podemos observar especies como el Verdecillo, el Verderón, la Curruca capirotada, el Petirrojo y el Zorzal común, el Gorrión común, el Pinzón común, el Jilguero o Colorín, el Chamarín, el Ruiseñor común, la Vegeta o Cogujada común, la Firfita o Lavandera blanca común, el Carbonero común, el Herrerillo, el Cuco, Abejarruco, Alcaudón común, el Agateador común, el Vencejo común y el real, la Golondrina, el Avión común, la Tórtola común, la Perdiz roja, la Codorniz, la Abutarda, la Paloma zurita, el Águila perdicera, el citado Milano real, la Lechuza común, el Mochuelo, el Búho Real, la Autilla, Cernícalo Primilla, el Ratonero, el Gavilán, el Sisón, la Abubilla, el Alcaraván, Graja, Grajilla, Corneja negra, Estornino negro, el Camachuelo, el Cuervo y así un largo etcétera.

Además de la aves que viven y anidan de forma permanente en nuestros olivares hay que incluir también aves invernantes del centro y norte de Europa que llegan a España durante el otoño, se calcula que son más de seis millones, y que tienen en las aceitunas su más preciado alimento. Si a estos añadimos los que durante la primavera y el verano utilizan el olivar para nidificar, obtendremos una cifra que supera ampliamente los diez millones de ejemplares que se dan cita en los olivares del sur de la Península.

Mamiferos

En el bosque de olivos andaluces, y de otras regiones ribereñas de Mediterráneo, son abundantes el Conejo, la Liebre, el Erizo, el Zorro, el Tejón, el Murciélago común, el Topo, el Topillo rojo, el Topillo común, el Lirón careto común, el Lirón gris, el Hurón, la Jineta, el Meloncillo, la Rata gris, la Rata negra, el Ratón gris y el Ratón de campo. En zonas del olivar de Jaén, especialmente las ubicadas en el entorno del Parque Natural de la Sierra de Andújar, y dado su carácter explorador, se ha podido observar la presencia del Lince, felino que poco a poco se va alejando del riesgo de extinción que le amenazaba, e incluso hay evidencias de linces criando entre olivos.

Anfibios y Reptiles

En las zonas más húmedas de nuestros olivares podemos encontrar anfibios como el Sapo común, Sapo verde, Rana verde, Tritón vulgar y Salamandra. Y en cuanto a los reptiles podemos destacar la Culebra bastarda, la Culebra de herradura, Culebra de escalera, Culebra de agua, Salamaquesa, Lagarto común, Lagarto ágil, Lagarto verde, Lagartija común o el Galápago común.

Insectos

En el olivar andaluz se ha detectado las presencia de hasta 119 insectos polinizadores y 58 especies de hormigas, de la que una de ellas podría ser una especie considerada extinta en la península Ibérica desde los años 60. Estos insectos polinizadores desempeñan un papel fundamental dentro del ecosistema del olivar, como demostró el experimento en el que un grupo de abejas solitarias transportaron a nidos artificiales el polen de más de 70 especies de plantas distintas asociadas al olivar.

Beneficios para el Aceite de Oliva Virgen Extra

Si desde el punto de vista medioambiental son innegables los beneficios que esta riqueza de fauna y flora, cabe preguntarse, desde la perspectiva del productor y consumidor del AOVE, si esta diversidad puede redundar en una mayor calidad en los aceites que se comercializan y que podemos degustar. Pues bien, es un hecho demostrado que factores como la fertilidad del suelo, el control de la erosión, así como de plagas y enfermedades, mejoran indiscutiblemente la rentabilidad del olivar y su valor añadido, siendo todo ello favorecido por la biodiversidad de los olivares que debe ser cuidada y protegida para que redunde en la calidad de nuestros Aceites de Oliva Virgen Extra, cuya producción combine la máxima calidad con el respeto ambiental, la rentabilidad económica y el relevo generacional, dando así una oportunidad para el desarrollo sostenible del medio rural.

Autor: Rafael Flores